jueves, 7 de noviembre de 2013

Reproducción del conejo

Hola amigos soy Loki, bienvenidos a mi madriguera, alguna vez os habéis preguntado de donde vienen los conejitos, gracias a esta explicación que me dio mi mami he descubierto que no los trae la cigüeña.
 
Somos sin duda alguna de un animalito que cada día gana más seguidores, muchos puede que os hayáis planteado tener una camada de gazapos. Antes de decidiros por hacer criar a vuestro conejo o coneja debéis tener en cuenta la madurez de nuestro conejo, ya que a pesar de ser fértiles desde los 4 meses de edad, lo ideal es esperar a los 6 meses para los machos y hasta los 8 meses para las hembras, el porque es muy sencillo, una coneja de 4 meses no esta completamente desarrollada y lo mismo pasa con el macho, pero con ellas es algo mas complicado porque el no estar totalmente desarrolladas podría provocar problemas a la hora del parto.

Otro punto a tener en cuenta es saber cual será el momento ideal para hacer la monta, las conejas ovulan inducidas por la monta, esto nos da muchas probabilidades de éxito porque no hay unos días concretos para intuir que está ovulando, algunas ovulan solo con oler la presencia del macho, en caso de que tengamos una pareja y otras ovulan por la monta.

Puede ocurrir que en algunas ocasiones la hembra rechace al macho, ya que durante 4 días al mes las conejas entran en unos días de descanso. Debéis separarlos para que no se hagan daño.

 
Si vuestro conejo es una hembra y no tenéis un macho en casa, debéis buscar un buen candidato para vuestra coneja, a parte de vuestro gusto para elegir el color y la raza, ya sea la misma de nuestra coneja o otra raza que os guste, es importante elegir un macho de tamaño similar o incluso un poco mas pequeño que la hembra, si el macho y la hembra son de la misma raza esto nos resultará fácil, ya que los machos somos un poco mas pequeños que las hembras. Si son de razas diferentes no debéis elegir un macho que doble en tamaño a vuestra coneja, de lo contrario podrían surgir problemas en el parto porque sean unos gazapos demasiado grandes, en el peor de los casos pudiendo provocar la muerte de la hembra.
 
Cuando ya tengamos claro que pareja queremos cruzar, debemos llevar a la hembra a la jaula del macho, también podemos optar por llevar a ambos animales a un territorio neutral, es decir a una habitación donde nunca hayan estado ninguno de los dos animales. Si la hembra esta receptiva, no tardará en aparearse, una cosa que podemos hacer antes de juntar y observar a la hembra en busca de algún síntoma que nos indique que esta en celo.
 
Algunos de los síntomas son, dar vueltas alrededor de nuestro tobillos, buscan constantemente caricias y atenciones por parte de sus propietarios, algunos montan objetos.

Hay veces que la hembra puede asustarse, especialmente si es primeriza, en ese caso lo mejor es dejarle mas o menos un día, colocando su jaula al lado de la macho, para que lo vea y la huela, cuando este mas tranquila, volvemos a llevarla junto al macho. Si vemos que el lugar elegido para la monta es muy espacioso podemos acotar su espacio colocándolos bajo la parte superior de la jaula.

Nunca debemos obligar a la hembra, ya que al asustarse, se estresara y es muy posible que no haya embarazo.

Cuando el macho monte a la hembra y este eyacule, este emite un ruido, es una especie de quejido y se cae de lado, no debemos asustarnos si ocurre esto ya que es algo normal.

 
Una vez hayamos visto que la monta ha tenido éxito debemos separar al macho de la hembra, si queremos asegurarnos de que la monta haya tenido éxito, podemos volver a juntarlos al día siguiente, si la hembra esta preñada, rechazará al macho bufando y dándole golpes con la cabeza para apartarlo. En este momento debemos ser rápidos y separarlos para que la hembra no le haga daño al macho.

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